Evangelio segun San Mateo 7, 15-20

martes, 26 de junio de
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 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis".



Palabra de Dios


 

 

P. Fernando Goicochea

 

En el Evangelio que hoy compartimos estamos ya finalizando este sermón del monte, y Jesús nos previene para que tengamos atención de que hay falsos profetas, parecen por fuera verdaderamente profetas pero internamente son lobos rapases; fijémonos que imagen, que nos puede aterrorizar, porque vos decís: “te están engañando, si no tenés los ojos bien abiertos, te podés engañar profundamente”.

 

Él nos da un criterio de discernimiento que es valiosísimo, que es fijarnos cuáles son los frutos que producen, naturalmente para ver los frutos no se puede ver de un día para el otro, los frutos requieren un cierto tiempo. Entonces cuando tratamos con personas tenemos que esperar un poquito para ver qué es lo que hay en el corazón, que termina saliendo a través de sus obras, son las obras las que terminan hablando concretamente qué tipo de vivencia tiene una persona. Que es lo mismo por lo cual nosotros mismos vamos a ser juzgados, “tuve hambre, me diste de comer; tuve sed me diste de beber”, “no los que dicen señor, señor son los que van a entrar en el reino de los cielos”, sino las obras, si nosotros hemos vivido de acuerdo con lo que Jesús dice, porque lo otro es farisaico. Los fariseos, Jesús dice: “hagan lo que ellos dicen, pero no se guíen por lo que hacen, porque cagan pesadas cargas sobre los demás, pero ellos no las llevan ni siquiera con un dedo”.

 

Pensando un poquito en nuestra sociedad, cuántas veces nos damos cuenta de cuánto fracaso que hay, no solamente a nivel mundial, de una economía que se está cayendo en Europa y compañía, de un sistema capitalista que está resquebrajado desde las bases, sino también un sentido más cercano, mirando por ejemplo estas cifras grandes que conocemos de matrimonios que fracasan, que lo conocemos no sólo por las estadísticas, sino por las personas que están cerca nuestro. ¿Será que nuestra sociedad no tiene realmente unas buenas bases?

 

Me recordaba este hombre psicólogo Abraham Maslow, que estuvo estudiando una teoría sobre la motivación humana, y él parte de un grupo de personas que han vivido, según su parecer, con una profundidad muy grande, con una completes humana muy grande, como Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Mahatma Ghandi, Einstein. Él a partir de esto elabora esta teoría psicológica por la cual considera cuáles son los elementos que debemos vivir para poder ser personas realizadas, más que centrarse en la enfermedad humana, él se centró en la plenitud humana.

Si llevamos esta mirada de Maslow a la experiencia de la Iglesia, nosotros conocemos tantos hermanos nuestros que han vivido plenamente, que los llamamos hermanos mayores, amigos de Dios y de los hombres, son los que ya están con Dios, los santos. Y vemos que han vivido con plenitud.

 

Que lindo que nosotros miremos nuestra vida y en qué basamos nuestra vida, para que realmente podamos dar frutos verdaderos, que en nuestra vida personal seamos árboles buenos, que nos basemos en las opciones que tomaron ellos que no fueron otras que tomar intensamente, radicalmente, las palabras que Jesús pronunció y los hechos que Jesús vivió. Que sus hechos y sus palabras sean para nosotros normas de vida.

 

Te animo para que en este día puedas vivir así, con esta integridad profunda según el Evangelio, para que de veras esta plantita que somos cada uno de nosotros, y que es también esta planta que es la Iglesia, que es la humanidad, podamos dar frutos cada vez mejores y que podamos vivir cada vez más según estos frutos del Espíritu que dice San Pablo, el amor, la alegría, la paz, la mansedumbre, la temperancia, la bondad, la confianza, la magnanimidad, la afabilidad. Que el Señor nos conceda vivir en este día profundamente movidos por este Espíritu.

 

Oleada Joven