La belleza salvará al mundo

viernes, 29 de junio de
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Decía el poeta español que “El espectáculo de lo bello, en cualquier forma en que se presente, levanta la mente a nobles aspiraciones”.

 

Todos sentimos una atracción especial por aquello que es bello… Una buena canción, la majestad de un paisaje imponente, una buena historia, y hasta un notable gesto de amor son portadores y transmisores de la belleza. Permanentemente combinamos colores, texturas y elementos para hacer de los lugares donde vivimos un lugar habitable. ¿Qué tiene lo bello que nos atrae? ¿Se puede hablar de belleza en medio de un mundo donde sobreabundan las injusticias y el dolor? ¿Necesitamos la belleza o es simplemente un agregado a la vida?.

 

Las cosas bellas tienen esa hermosa capacidad de “sacarnos” de lo ordinario, del tiempo y del espacio, para sumergirnos por unos minutos en algo que va más allá. Pero a la vez la belleza forma parte de nuestros paisajes y de nuestra gente, y lejos de sacarnos del mundo nos pone los pies en la tierra invitándonos a hacer de nuestras vidas algo bello y contribuir con nuestro trabajo a un mundo mejor.

 

 

 

La belleza no necesariamente tiene que ver con un sentido estético. Existen personas que son bellas, no por lo físico, sino por sus gestos, por la capacidad de entregarse a los demás. Es el caso de la Madre Teresa de Calcuta, una mujer realmente bella. Es que la belleza es gratuita y se entrega permanentemente… podemos cortar una flor, pero no podemos poseer su belleza.

 

Pero también existen negaciones a al belleza. Dice el Cardenal Martini que “donde quiera que el mal parece triunfar se está negando la belleza; dondequiera que la violencia y el odio toman el puesto del amor, negamos la belleza; la belleza también es negada donde ya no hay alegría, donde el corazón parece haberse rendido a la evidencia del mal, donde falta el entusiasmo de la vida de fe y no se irradia el fervor de quien cree y sigue al Señor de la historia”. 

 

Pero volviendo a una de las preguntas iniciales, ¿se puede hablar de belleza cuando nuestros paisajes sociales no son para nada bellos?. El P. Ángel Rossi y el P. Diego Fares, sacerdotes jesuitas, también se lo preguntan en su libro “Testigos de la belleza”: “Pero ¿será pertinente hablar, en este tiempo tan dolorosa, tan signado por cosas feas y acontecimientos trágicos, acerca de la belleza? Creemos que no sólo es pertinente, sino escencial: por eso mismo, porque la belleza nos abre al misterio y nos permite vislumbrar la trascendencia; hace visible lo invisible.

 

Las obras siempre reflejan algún rasgo de su creador y entre los materiales que se usan para la confección algo del artífice queda. Martín Descalzo hacia el final de su vida en “Testamento de un pájaro solitario” dice que le devuelve su vida al Padre y que es valiosa porque aún permanece en ella algo del olor a sus manos. Y cada uno de nosotros está hecho individualmente por las manos amorosas del Padre, por ende algo de Él está impregnado en lo más profundo de nosotros. Que podamos con nuestras vidas transmitir algo de su belleza.

 

 

 

 

 

Oleada Joven