Es brillante la viñeta que nos presenta el humorista Liniers. Cómica y muy real.
Muchas veces pienso cuánto me encantaría poder vivir más libre, menos preocupada, más desde la superficie… De hecho muchos de nuestros compañeros viven así. Aparentemente la vida les rebala, nada les genera grandes preocupaciones más que ver a dónde van a salir el fin de semana, qué se van a poner, si tal o cual les escribió o no… Y otros tenemos en el corazón, un ardor que nos lleva a vivir desde lo profundo, y aunque quisieramos vivir diferente no podríamos. Todo resulta más doloroso y a la vez más apasionante. Los problemas de la humanidad, las injusticias del mundo, el cambio climático, los derechos de los trabajadores, mi proyecto de vida, la vida de mis amigos, sus búsquedas y aspiraciones… forman parte de mis preocupaciones diarias. ¿Seré yo la rara? ¿me haré demasiada historia por cosas que no puedo cambiar?.
Algo muy desde adentro me dice que la vida es mucho más que crecer y morir. Vivir desde adentro torna mi vida en una verdadera aventura: de preocuparme por el otro, trabajar con ardor por un mundo diferente, enfrentarme con el dolor de frente y sin teñirlo de azúcar, y experimentar el amor en serio. Y así pasan los días, cada uno bien diferente pero todos con igual intensidad. Resulta hermoso pero a la vez cansa, y ahí aparece la gran pregunta instalada.
Vuelvo a preguntarme… ¿seré yo la equivocada? Sea como sea, estoy segura que como dice Ortega y Gasset “Si Dios se ha hecho hombre, ser hombre es la cosa mas grande que se puede ser” y no creo que Dios que nos rescató con la vida de su propio hijo, haya pensado para nosotros horizontes mezquinos y rastreros.
No quiero quedarme en la cáscara de las cosas
mientras mi corazón se muere de hambre. No quiero optar por la muerte, por las cosas que se acaban. No quiero vivir desde la superficie, desde la piel. No quiero ser vida vacía, vida gastada.
Señor Jesús: ¡ quiero vivir con fuerza y desde adentro!
Oracion completa
De nuestra redacción
Milagros Rodón