Evangelio segun San Mateo 8, 28-34

martes, 3 de julio de
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 En aquel tiempo llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: "¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?" 

Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: "Si nos echas, mándanos a la piara". Jesús les dijo: "Id". Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.



Palabra de Dios

 


 

 

P. Fernando Goicochea Sacerdote Salesiano de Don Bosco

 

 

Esta experiencia que hoy nos relata Mateo, es algo que Jesús vivió. Se encuentra con estos dos endemoniados que salían de los sepulcros y fijémonos cuántas veces aparece la violencia que llevaban dentro, habla de ferocidad, de que la gente no podía pasar por allí. Éstos se dirigen hacia Jesús con gritos, y después, cuando son expulsados por Jesús hacen que todos los cerdos se terminen ahogando en el mar.

 

Realmente cuánta violencia que produce la presencia del mal. Me recuerda a aquello que San Pablo dice en la carta a los gálatas, en el capítulo cinco, cuáles son los frutos del mal espíritu, los que se dejan llevar por la carne, entre otros frutos, son las enemistades, las peleas, las rivalidades, las violencias, ambiciones, discordia, sectarismos; este es el fruto que trae el espíritu del mal.

 

Y aquí, lamentablemente, toda la comunidad, al ver que Jesús dejó en su sano juicio a estos dos que estaban endemoniados, en lugar de agradecerle, de pretender que siga obrando, se quedan con la pérdida material que tuvieron, que perdieron un montón de chanchos que tenían allí. Por eso le ruegan que se vaya de su territorio, quieren seguir como comunidad, como grupo, porque dice: “toda la ciudad salió al encuentro de Jesús”; ellos quieren seguir viviendo de una manera totalmente desordenada, violenta, dividida.

 

Esta es una posibilidad, caigamos en la cuenta de que el Señor nos ha hecho libres, que cada uno de nosotros, incluso como comunidad, tenemos la posibilidad de elegir nuestro destino, si hay algo que Dios respeta profundamente es la libertad con la cual nos creó. Cada uno de nosotros puede cada día optar por lo bueno, por lo mejor, por lo óptimo, o también optar por lo mediocre, por lo malo, por lo aberrante. Tenemos todo un degradé de opciones para realizar en este día, que nosotros con plena decisión optemos cada vez más por aquellas cosas que Jesús nos enseña, por aquellos caminos de comunión, de fraternidad, de diálogo, de trabajo, la consecución de una sociedad cada vez más justa a través de aquello pequeño, esos cinco panes y dos peces que tengamos en las manos en el día de hoy.

 

Que tengas un hermoso día. 

 

 

 

Oleada Joven