Una lectura apasionante

jueves, 5 de julio de

El mundo que nos rodea se presenta como un libro abierto, inmenso, misterioso.

La ciencia experimental observa, mide, analiza. Ha buscado comprender el inmenso espacio de las estrellas y el diminuto mundo de las partículas atómicas.

Los laboratorios, los telescopios, las básculas, los termómetros, las computadoras, reúnen datos y datos. Los científicos, a través de un trabajo de reflexión, elaboran hipótesis, construyen teorías.

Gracias a ellos, cada época histórica ha podido comprender un poco más el mensaje del libro. Un poco… pero no todo, porque siempre surgen nuevas preguntas, porque los datos de ayer son superados por los descubrimientos de hoy. Y porque en muchos corazones aparece, tarde o temprano, una pregunta profunda: ¿sólo existe lo que pesa y pasa?

El corazón presiente que hay algo más allá de las fórmulas químicas y de los mapas estelares. Que la vida no es simplemente un juego de fuerzas entre las leyes de la relatividad general y de la termodinámica moderna. Que la sonrisa de un niño escapa a los microscopios más potentes. Que la generosidad de unos padres de familia numerosa no puede ser juzgada según los parámetros de las teorías evolucionistas.

La lectura del mundo cósmico, de las partículas atómicas, … los saltos de un acróbata nos invita a ir más allá de lo alcanzable por los números, a descubrir un mensaje que nos habla de realidades invisibles y magníficas.

La observación del zorro que aparece en “El principito” vale también para el mundo de las computadoras y de los aparatos electrónicos: “Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos”.

Si dejamos que el corazón trabaje, si empezamos a pensar desde lo más profundo, descifraremos el alfabeto de la vida, comprenderemos el mensaje: el amor. Porque el amor es la causa de todo el universo, es la esencia del Dios que ha creado un mundo maravilloso y unos hombres hambrientos de lo eterno…

Es apasionante leer el universo. Es apasionante descubrir que Alguien bueno nos ama. Es apasionante seguir en camino, en el tiempo, en el espacio, entre conejos y jilgueros, hacia una Patria donde el Padre espera la llegada de cada uno de sus hijos.

Autor: Fernando Pascual L.C

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