Amigos

viernes, 20 de julio de
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Puertas que se abren, y estoy en
casa.
Mi gente.
Brazos que envuelven.
Manos que
acarician este rostro cansado.
Palabras que cantan, acunan y
aquietan. Miradas que esperan.
Gestos de hogar.
Risas sinceras.
Amigos que secan las lágrimas con
su presencia. Calor que funde penas
de hielo, muros de ausencia, miedos
de piedra. Descanso, aún no llegada.
Tú que nos unes.
Y después, al camino de nuevo,
un recuerdo vivo, vínculos
indestructibles, más batallas,
heridas nuevas.
Hay otros cansancios, y tormentas.
No hay derrota porque hay puertas
que se abren, y estoy en casa.
 
 

 

 

Oleada Joven