Evangelio según San Mateo 12,46-50

martes, 24 de julio de
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Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte". Jesús le respondió: "¿Quién es mí madre y quiénes son mis hermanos?".
Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: "Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Pedro Luchesse

 

Dice el texto de este evangelio que Jesús estaba hablando a la gente cuando llegaron sus familiares a hablar con él, y Jesús al plantear la cuestión de quienes son sus parientes declara la condición de los nuevos vínculos de los que son engendrados de dios y no de la carne ni de la sangre, es decir, de la escucha y puesta en práctica de su palabra; los discípulos que escuchan su palabra se abren a la comunión más profunda posible con él, Jesús mismo es la palabra, quien la recibe llega a ser en él hijo del padre, hacer la voluntad del padre es la condición que debe cumplir el hijo auténtico, como Jesús que ha venido al mundo no para hacer su propia voluntad sino la voluntad del padre que lo ha enviado y al decir esto Jesús pone de relieve la grandeza de su madre, María que lo engendro según la carne precisamente haciéndose discípula, es decir, acogiendo la voluntad del padre por eso dice ella dice aquí está la esclava del señor hágase en mi según tu voluntad.

 

La maravilla más grande es que dios nos considere de su casa como de su familia, familia suya, tal vez estemos poco habituados a esta verdad y dejemos de ver o de perdernos las implicaciones que esto tiene, como un muchacho al que le parece que le son debidas las atenciones de su padre y en consecuencia solo adelanta pretensiones, dios es fiel a su don de amor, ahora bien, como nos situamos nosotros en relación a él?.

 

Jesús nos dice con toda claridad que quien cumple la voluntad del padre entra en comunión con él, vale la pena preguntarnos cuanto nos interesa la voluntad del padre y como intentamos conocerla es preciso que estemos atentos a no confundir la voluntad de dios con nuestro punto de vista personal o con nuestro propio modo de sentir, dios nos ha dado a conocer su voluntad, en primer lugar comunicándonos su palabra, en Jesús nos ha dicho todo lo que quería decirnos, por eso, conocemos la escritura? escuchamos con atención la palabra? como hacemos para conocer cada vez mejor esta carta de dios a los hombres? conocer implica hacer, como hacemos para crecer en la coherencia? examinamos nuestra vida a la luz de la palabra? Nos ponemos frente a ella? Ponemos nuestra vida frente a la palabra? Y nos dejamos examinar por ella?

 

Cuando rezamos las palabras que Jesús nos enseño, el padre nuestro, allí repetimos hágase tu voluntad pedimos ahí al señor que realice la voluntad que es amor y que es salvación para todos nosotros, pero nos damos cuenta de verdad de esto que estamos pidiendo? el mayor prodigio que puede realizar el señor es continuar llamando a la puerta de nuestros corazones para que se dé la comunión con él, para que se dé la comunión con el señor, la intimidad familiar con él, de la amistad con el señor, que colma cualquier abismo interior, entonces no encontraremos nada más deseable que hacer la voluntad de dios tan exigente pero tan bella.

 

En este día podríamos preguntarnos si somos dóciles, a hacer la voluntad de dios si escuchamos la palabra y si la ponemos en práctica, sabiendo que con ello nos hacemos de su casa, nos hacemos de su familia, que así sea.

 

 

 

 

 

Oleada Joven