Evangelio según San Juan 15, 9-17

martes, 18 de mayo de

 "No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido"

 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.. Esto os mando: que os améis unos a otros."
 
Palabra de DIos.
 

 
Reflexión: Monseñor Marcelino Palentini | Obispo de la Diócesis de Jujuy
 
Queridos jóvenes hoy también viernes 14 de mayo seguimos con el Evangelio de San Juan 15 nuevamente, 9-17. 
Jesús en ese diálogo íntimo con sus amigos en la última cena les dice: "No son ustedes los que me han elegido a mí, sino yo el que los ha elegido a ustedes y los destiné para que vayan y den fruto y ese fruto sea duradero. Ámense los unos a los otros". Jesús nos eligió, es un orgullo para cada joven sentirse , elegido como amigo por otro, sentirse elegido como novio/a, sentirse elegido en el colegio para una tarea especial, en la Iglesia para una misión; hay distintas oportunidades de vivir la experiencia de la elección: "sentirse elegidos". Pero somos elegidos por Jesús para ser sus discípulos, para estar cerca de Él, para anunciar su mensaje de salvación para todos los hombres, para amar con su mismo corazón y tener sus mismos sentimientos. Dos amigos sinceros buscan antes que nada el entendimiento, buscan no solamente no ofenderse sino agradarse para sentirse cómodos cuando están juntos. Jesús nos ha elgido para compartir, Él lo hizo primero, les dice a los apóstoles y a nosotros nos lo repite: "Les he comunicado todo lo que el Padre me ha dado, les he comunicado el Amor que el Padre les tiene desde antes de toda la eternidad, les he demostrado que son más importantes que cualquier otra criatura porque por ustedes he venido al mundo y por ustedes doy mi vida". ¡Cuánto amor, cuánta confianza y cuánta ternura! Nos ha compartido lo más íntimo de su vida: " Los elegí para que vayan y den fruto y ese fruto permanezca". Nuestra vida tiene una misión, fruto de la elección amorosa de Jesús, no es una elección por casualidad es porque Él nos ama y porque nos ama confía y porque confía también nos da una misión para cumplir. 
Esa misión, el continuar su obra, trabajar por el reino de Dios y su justicia. Si somos como la rama del árbol, su sabia que corre por nuestras venas nos permitirá hacer sus mismas obras como Él mismo nos ha prometido, entonces nuestras obras serán la capacidad de luchar por la justicica, la verdad, la igualdad, la equidad. Tendremos las prioridades que Él tuvo: los pobres, los desamparados, los marginados, los excluídos, etc. nuestra vida será un testimonio de fe hecha vida, no dejaremos a nadie en la orilla del camino sino nos sabremos acercar para que pueda ver como el ciego de Jericó y él también pueda seguir a Jesús. Integraremos a todos a nuestras comunidades y no permitiremos que nadie quede aislado como los leprosos de tiempos de Jesús, lucharemos como Él por la verdad dando la cara frente a los fariseos que mienten o a los Pilatos de hoy que se lavan las manos en lugar de defender las vidas de los inocentes.
Nuestras obran serán las de Jesús si nos dejamos amar por Él que nos ha elegido como amigos. ¡Cuántos lugares para los jóvenes para ser verdaderos amigos de Jesús y hacer sus obras, para dar frutos! ¡Cuántas oportunidades de prepararse, formarse para no dejarse engañar después con falsas promesas! ¡Cuántas oportunidades hermosas para poder hacer las obras de Jesús y construir su reino!
Por eso les invito, una vez más, a concluir con una breve oración pidiendo la ayuda del Señor. 
Señor, ilumina la vida de todos los jóvenes que has llamado a ser tus amigos, que tengan el coraje de aceptar la propuesta de ser tus discípulos misioneros llevando tú mensaje a los otros jóvenes de hoy que buscan la luz de la verdad y no han aceptado todavía la propuesta de ser tus amigos. Amén. 

 

Oleada Joven