¿Qué sería de mí si Tú no fueses mi fuerza?

jueves, 9 de agosto de
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Señor, sólo Tú aciertas a soportar mis defectos con extremada paciencia.

Incluso mis infidelidades e ingratitudes, aunque te ofenden,

no te impiden estar siempre dispuesto

a concederme tu gracia y tu amor, si yo las deseo.



Sí, Dios mío, Tú serás mi fuerza, mi guía, mi director, mi consejero,

mi paciencia, mi ciencia, mi paz, mi justicia, mi prudencia.

A Ti acudiré en las tentaciones, arideces, contrariedades y temores.

No quiero temer nada en adelante, ni los engaños y ardides del demonio,

ni mi debilidad, porque serás Tú mi fuerza en las pruebas;

y me prometes serlo en proporción a mi confianza.

Pero lo maravilloso es que cuando me pones en esta situación,

al mismo tiempo me otorgas la misma confianza.

¡Seas eternamente alabado y amado por todas las cosas creadas!



¿Qué sería de mí si Tú no fueses mi fuerza?

Y si, como me lo aseguras, lo eres ¿ qué no podré hacer con ella por tu gloria?

Amén.

"Todo lo puedo en Aquel que me conforta" (Fil 4,13).

 

 

 

San Claudio de la Colombiere

 

 

 

 

 

 

 

Maria Carolina Chahin