La escucha de los más pequeños

martes, 14 de agosto de
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Muchas veces se escucha decir: “Rezá vos por mí, que estás más cerca de Dios que yo”. Y creo que si bien parte de verdad tiene, pues hay algunos a los que Dios les encomendó la misión de presentar la ofrenda que los demás ponen en sus manos, se corre el riesgo de auto-excluirse del regalo de ser escuchados por Dios.
 
Si lo pensamos en el ámbito de la familia, veremos que si bien los padres escuchan de manera más adulta a sus hijos mayores, esto no significa que los escuchen más que a los pequeños. Me atrevo a decir que posiblemente es justo al revés: más escuchan a los pequeños porque saben lo decisivo que ese diálogo es en su crecimiento.
 
 
 
 
Aquí es donde aparece lo grande del amor de Dios, que en su corazón de Padre, a los que creen que no están cerca, él se acerca, se abaja, se pone a la altura de sus más pequeñas necesidades para escucharlas. Sabe que para ellos, este diálogo es decisivo en su crecimiento.
 
Mirando la imagen que hoy nos ayuda a rezar, podríamos imaginar cómo es ese diálogo entre padre e hijo. Seguramente la iniciativa es del papá que ve a su hijo con algo dentro que no puede expresar, que no sabe decir. Entonces, se acerca, se abaja, y le ayuda a narrar: “¿Qué te pasó?, contame”. De este modo le enseña a dejar lugar en su historia al amor de su padre. Una historia que cuando se repasa así, “juntos”, devuelve la paz.
 
Javier Albisu sj
 
 

 

 

Oleada Joven