Responder a Dios es creer en él.
Quien quiera creer necesita un corazón abierto (1 Re 3,9). Dios busca de muchas maneras establecer contacto con nosotros. En cada encuentro humano, en cada experiencia conmovedora en la naturaleza, en cada aparente casualidad, en cada reto, en cada dolor, está escondido un mensaje de Dios para nosotros. De manera más clara aún nos habla cuando se dirige a nosotros en su palabra o en la voz de la conciencia. Nos habla como a amigos. Por ello debemos responderle también como amigos y creer en él, creer totalmente en él, aprender a comprender cada vez mejor y aceptar sin reservas su voluntad.
Material extraído del YouCat, Catecismo Joven de la Iglesia Católica.
Ediciones Encuentro, Madrid 2011
Parte I: Lo que creemos
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