Evangelio según San Mateo 19,23-30

viernes, 17 de agosto de
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Jesús dijo entonces a sus discípulos: "Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos". Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?". Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible". Pedro, tomando la palabra, dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?". Jesús les respondió: "Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros.

 

Palabra de Dios

 

 


Reflexión: Monseñor Fernando Maletti | Obispo de la Diócesis de Bariloche

 

Acabamos de escuchar queridos hermanos y hermanas a Jesús hablarnos sobre el peligro de las riquezas y construyendo el Señor este párrafo que acaba de ser leído, nos dice que para los hombres esto es imposible , pero para Dios todo es posible.


En estos tiempos mediáticos donde muchas veces la comunicación, supera la firmeza de la fe, o nos va como transfiriendo o relativizando aspectos que en una cultura de fe o en una atmosfera de fe, no se ponían en tela de juicio y ahora si. Es ciertamente que a todos, personas, familias, comunidades, se nos como impulsa a dejar de lado el Dios verdadero y adorar dioses falsos y entre esos dioses falsos, nos enseñan sobre todo los padres de la iglesia de la antigüedad, además del Dios poder y el Dios placer, esta el Dios dinero .Este último como que engloba a los dos anteriores y a todas aquellas idolátricas realidades a las que nos adherimos conciente o inconcientemente.


Por eso la enseñanza de Jesús es que podamos tener aspiraciones, podamos tener sueños respecto a las cosas materiales, pero que cuando las tenemos sepamos que son también un regalo y un don de Dios, que hoy lo tenemos y mañana podemos no llegar a tener.


En este sentido nos enseña mucho la vida de los santos que de lo primero que se despojaban cuando descubrían el camino del Señor, precisamente era de sus bienes y los compartían. Esto también signifique para nosotros, en este momento, en esta época de la historia, un llamado muy fuerte a que hay más alegrías en dar que en como en recibir y como decía la Madre Teresa de Calcuta: “Ama y cuando te canses de amar continua amando.”


Que el Señor los acompañe, los bendiga y que tengas todos un buen día.

 

 

 

 

 

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