Evangelio según San Juan 6,60-69

sábado, 25 de agosto de
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Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?". Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?". Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios".

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: P. Andrés Peirone Sacerdote Salesiano de Don Bosco

Seguimos recibiendo como regalo de Dios el Evangelio de San Juan, y en este domingo sucede algo fuerte en la comunidad de Jesús y con todos los discípulos que Él tenía, su lenguaje es claro pero es duro y por lo tanto muchos se escandalizan, no les gusta lo que Jesús dice y dicen irse.



Jesús mira a sus doce apóstoles y también les pregunta: ¿Ustedes también quieren irse? Y Pedro, en nombre de todos le dice "Señor a quien vamos a ir, si solamente vos tienes palabras de vida eterna". Y continúa Pedro…"nosotros creemos y confiamos en vos, nosotros sabemos que vos sos el elegido, el enviado, sos el Santo de Dios.



También hoy en nuestra cultura y en nuestros lugares cotidianos, de estudio, de trabajo, de la familia y amigos…hoy también, el lenguaje de Jesús, aún siendo un lenguaje que busca la salvación, lo mejor de vos y de cada uno, sigue siendo un lenguaje duro y desafiante, un lenguaje donde te presenta la verdad como es y te pone en la encrucijada…le decís que sí, o le decís que no. Es ese camino, o elegís otro, y a muchos no les gusta, muchos querrían solo los beneficios de Dios pero no al Dios de los beneficios.

Muchos querrían la paz y lo lindo que se siente estar al lado de Dios pero no quieren la exigencia que Dios quiere para que realmente nuestra vida sea feliz.



Hoy Jesús también te pregunta: ¿De que lado estás? ¿También querés dejarme o no? Hoy es un día para pedirle la gracia de no abandonarlo jamás.

 

 

Oleada Joven