Doy gracias a Dios por todo… incluso lo malo que me ha pasado. Todo me ha fortalecido y traído a este momento de gracias.
Contarles que tuve la posibilidad de hacer 8 días de ejercicios espirituales "personalizados" es muy frío. Quiero transmitirles a todos la grandeza del método ignaciano. Relmente este santo de Dios estaba loco! Lo que propone es una experiencia muy extrema! Uno visualiza límites y vértigos impensados… que, de una u otra forma, te hablan de Dios. Ojalá sean muchos los jóvenes argentinos que puedan tener esta experiencia de tanta adrenalina espiritual… La recomiendo como deporte extremo! Están todos invitados, pero no es para todos… ja, jaa! Los Jesuitas son los primeros en transmitir este legado, dando retiros y acompañamiento por todas partes. Pregunten en sus comunidades y anímense!