Corazón de carne, no de piedra.

jueves, 30 de agosto de
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Señor Jesús, quiero compartir mi corazón con vos,
quiero hacer de mi corazón pan tierno y fresco;
quiero, Señor del alba, que mi corazón se haga mesa,
mantel blanco de amistad para todos.

 

Mi corazón, Señor Jesús, se siente solo
cuando Vos no lo llenás desde dentro;
siento mi corazón arrugarse, sufrir y llorar
cuando el Amor no enciende mi amor en el fuego;
mi corazón lo hiciste para Vos, Señor,
y me doy cuenta que no es feliz si Vos no sos su centro.

 

No quiero un corazón de piedra, duro y podrido;
no quiero un corazón de piedra, que muera solo;
no quiero un corazón de piedra, que viva frío.
Quiero un corazón humano, hecho de carne,
para sufrir con quien sufre, reír con quien ríe,
amar al que no ama y compartir con todos.

 

Dame un corazón, Señor Jesús, manso y humilde,
donde haya espacio para el que llega
y pueda refrescar su cansancio.
Dame un corazón que sueñe mundos sin conquistar,
que viva la utopía del hombre nuevo.

 

Dame un corazón que sea feliz conmigo mismo,
que aprenda a quererse para querer sin ruegos;
dame un corazón que sepa perdonarse siempre,
para comprender y perdonar después;
dame un corazón orante como el tuyo,
que se abra al Padre, que es Padre nuestro.

 

Amén!

 

Maria Carolina Chahin