Evangelio según San Lucas 4,38-44

miércoles, 5 de septiembre de
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Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella.
Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos. Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. De muchos salían demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías. Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero él les dijo: "También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado". Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea.


Palabra de Dios

 

 


Reflexión: Monseñor Santiago Olivera | Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje

 

Antes de comenzar con ustedes a compartir el Evangelio de hoy , quería hacer una breve mención: comienza el mes de la Biblia porque en este mes de Septiembre se celebra San Jerónimo el día 30 y es quien tradujo la Biblia. La Iglesia ha querido recordar todo este mes la Palabra de Dios , una oportunidad para acercarnos a la palabra para darle un lugar importante en nuestra casa, en nuestro lugar, en nuestro trabajo para leerla, para gustarla, para asimilarla , para rezarla. Dios quiera que la palabra sea siempre, esa palabra que entra a nuestra vida porque son palabras de vida eterna.

 

Comenzamos este Evangelio a ver claramente, tres secciones, tres situaciones de la curación en primer lugar de la suegra de Pedro, en segundo lugar la sanación de numerosos enfermos, en tercero la actividad misionera de Jesús, es bueno recordar como lo veníamos haciendo que las curaciones, los milagros siempre son signos de otras realidades, no es un medico Jesús es el Redentor, la salvación en El siempre será un signo una curación mucho mas importante que lo hace estar de pie y al servicio cuando la hemos recibido, esta curación cuando la vemos en el relato del evangelio que le sucede a la suegra de Pedro.

 

Los milagros siempre hay que entenderlos desde esta perspectiva del Reino. El no lo hace para probar su divinidad o la divinidad de Dios , ni para agrandarse , reconoce en Filipenses Jesús, -Se dice Jesús ni se alabe en categoría de dios, paso como uno de tanto- sino que los milagros son signos de la presencia del Reino, en la persona de Jesús porque Jesús estaba ungido con la fuerza del Espíritu se mostró Señor de la naturaleza, el Señor de la Vida , y superior al pecado vencedor por lo tanto del diablo, vencedor de la muerte cada milagro de Cristo anuncia que El es, la fuente de la vida, que es la esperanza y la liberación para el hombre.

 

Frente a este Evangelio que se nos proclama hoy, que podemos leer hoy, que podemos reflexionar hoy, yo siempre pienso que es una buena oportunidad para que nos presentemos ante Jesús confiados y pero que descubramos que nos aqueja, de que necesitamos ser curados por Jesús , porque Su presencia sana, su cercanía sana, el Anuncio del Evangelio siempre va unido a las curaciones, vemos también en este evangelio, una vez que cura a muchísimos enfermos que van, y se le presentan, que quieren retenerlo a Jesús , quien no se queda con el halago fácil y ni el triunfo y la fama sino que he sido enviado para anunciar también en otras ciudades, no duda enfrenta el compromiso de anunciar el evangelio de no quedarse y salir a otras ciudades y otros pueblos, el fue fiel a su venida porque a sido enviado, a sido esa vocación llamado y envió del Señor para anunciar la

 

Buena nueva del reino a todos los hombres. Si su palabra es salvadora, la persona de Jesús no es exclusivo de ningún grupo si no que todos tienen derecho a recibirlo. Pidámosle al Señor que nos ayude realmente a renovar nuestra fe en esta presencia salvadora del Señor que pasa por la vida de cada uno dándonos la salvación.


 

 

Oleada Joven