Evangelio según San Lucas 10,1-9

lunes, 15 de octubre de
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"Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes".

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: P. Fernando Goicochea Sacerdote Salesiano

 

Fijémonos que preciosa invitación la de Jesús, Él nos invita a una cosecha. Quien estuvo en la cosecha se da cuenta que es un ambiente de fiesta, el que ve cuando es la vendimia en San Juan, en Mendoza, cuando es en los campos el tiempo de recoger el grano, la soja, el trigo o el maíz, o lo que fuera, realmente es un ambiente de alegría, de gozo, porque llegó el momento de percibir los frutos, después de haber realizado tanto trabajo sobre la tierra, de haber sufrido si caía piedra, llega el momento de recoger.

 



Fijémonos que bonita que es la vocación que Dios da a cada hombre, a cada mujer. Es esta invitación a una cosecha, a una cosecha abundante.



Por eso nosotros nos vamos sumando con este gozo a medida que descubrimos esta llamada de esta cosecha abundante y queremos trabajar mucho por el Reino.

 



Entonces hay algunas características que Jesús dice, pero nos vamos a quedar simplemente con una: “andar ligeros de equipaje”, Jesús dice no lleven esto, ni aquello, ni lo otro, dinero, alforja, calzado, y andar rapidito, no detenerse en el camino, no por mal educado, sino porque esto urge, hay una gran necesidad de que conozcamos que el Reino de Dios está cerca, está entre nosotros, es una realidad que ya está instalada desde que Jesús vino a la tierra el Reino está en medio nuestro.

 



Te invito a que podamos vivir este día en agradecimiento a Dios por esta invitación y también con esta búsqueda de ir descubriendo cada vez más esta llamada que el Señor nos hace a trabajar por el Reino, que es un trabajo gozoso porque es recoger los frutos de lo que Él ya ha sembrado en este mundo.

 

Que tengas un precioso día.

 

 


 

Oleada Joven