Abandono en Dios

domingo, 21 de octubre de
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Padre, me abandono en tus manos. El abandonarse es un compromiso solo con y en la madurez de Cristo Jesús.

Es un dejarse ir. Es una ruptura con las cuerdas por las cuales uno manipula, controla, administra, la fuerza de la propia vida.
 
El abandonarse es no manejar nada, no esperar nada, el abandonarse es recibir todas las cosas de manera en que uno recibe un regalo con las manos abiertas, y el corazón abierto.
 

 
 
El abandonarse es ser dirigido, no por las necesidades humanas, sino por Dios, el abandonarse es más que un compromiso, es no hacer nada para Dios, sino dejar que todo sea hecho por Dios.

El abandonarse se hace solamente en la esperanza de que la vida de Dios rodee todas las cosas, de que venga su Reino, de que su voluntad sea cumplida.

Amén.
 
 
Autor: Eduardo Farrell

 

 

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