Evangelio según San Lucas 12,35-38

lunes, 22 de octubre de
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"Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: Monseñor Fernando Maletti | Obispo de la Diócesis de Bariloche

 

 

 

Queridos muchachos y queridas chicas acabamos de leer el Evangelio de Lc 12,35- 38. Llama la atención que en este párrafo Jesús dice dos veces la bienaventuranza "Felices". Felices los que viven despiertos y atentos y felices los que saben reconocer al Señor que viene a nuestro encuentro. Son las dos grandes felicidades que tenemos que profundizar en la vida joven, en especial de todos ustedes, pero de todos los que aún no siendo biológicamente jóvenes, llevamos el anhelo de la juventud en nuestro corazón.



Ser felices porque estamos atentos a que el Señor pasa por nuestra vida en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. Y ser felices porque sabemos encontrarnos siempre con el Señor, que nunca dejar de llamar a nuestra puerta y pedirle que les abramos.



Que el Señor nos ayude a llevar la cruz con alegría y a transformar las cruces que no dependen de nosotros, las cruces que podríamos haber evitado porque dependen de nosotros o de los otros en la cruz pasión de amor. La cruz pasión de amor es precisamente la que nos da la felicidad de estar abiertos al Señor que llega y de estar abierto al Señor que entra y golpea nuestra puerta.



Que Dios los bendiga y bueno que tengan un buen día, queridos jóvenes.





 

Oleada Joven