Evangelio según San Lucas 17,11-19

lunes, 12 de noviembre de
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"Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!". Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. Jesús le dijo entonces: "¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?". Y agregó: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado".

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: Monseñor Santiago Olivera Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje

El texto del Evangelio de hoy  a mi siempre me conmueve porque es la curación de los diez enfermos de lepra de los cuales uno solo, que es extranjero samaritano, vuelve a agradecer y merece este solo agradecido la felicitación de parte de Jesús y también el gozo y la salvación que por la Fe Jesús le da. “Tu Fe te ha salvado”. Esto es la alegría de haber sabido descubrir el paso de Jesús por su vida.


Yo siempre digo que la gratitud es evangélica; deberíamos al terminar cada día la jornada darle gracia a Dios por lo que nos fue dando, para no caer como los otros nueve que confiaron en Jesús y que fueron a presentarse a los sacerdotes, confiaron en la Palabra de Jesús y una vez que se curaron no han sabido reconocer el paso extraordinario de Jesús sobre su vida. Cada noche deberíamos decir "Gracias Jesús por lo que nos diste". En cada misa decimos, en el prefacio "es cosa buena y justa nuestro deber y fuente de salvación darte gracias siempre".

Estos diez leprosos , estos diez enfermos de lepra, nos han enseñado por una parte la confianza de dirigirnos a Jesús: "ten piedad de nosotros". Esto es muy lindo, así tenemos que ir a Jesús , pero solo uno merece, el don de la fe, la Fe lo salvó, esa Fe que se puso en camino, una Fe que se pone en acto… Los diez tuvieron esa Fe, porque confiaron, pero sólo uno realmente encarnó esa fe; solo uno supo descubrir que en ese que le mandó presentar al sacerdote estaba la misma presencia de Dios.

Vamos a pedirle a Jesús que nos ayude. Justamente que esto que le dice al enfermo curado "Tu fe te ha salvado", también sea una realidad en nosotros, que podamos ser agradecidos y podamos ser capaces de admirarnos y sorprendernos por el paso salvador de Jesús en nuestra vida.

 

 

 

Oleada Joven