Evangelio según San Lucas 17,26-37

jueves, 15 de noviembre de
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"En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada". Entonces le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?". Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres".

 

Palabra de Dios

 

 



Reflexión: P. Guillermo Feldman Asesor de la PAstoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes


La última venida de Jesús será repentina, inesperada y muchos estaremos desprevenidos.
En el Evangelio de Lucas se ilustra esta verdad con algunos ejemplos de la Historia Sagrada pertenecientes al Antiguo Testamento: “Sucederá como en tiempos de Noé…” “Sucederá como en tiempos de Lot…”

 

Lo cierto es que la Palabra de Dios en este día como tantos otras veces nos invita a estar atentos y prevenidos porque nadie sabe el día, ni lo hora en que esto sucederá y me venía con mucha fuerza a la mente y al corazón unas palabras que pronuncio María en las bodas de Cana: “HAGAN TODO LO QUE EL LES DIGA”; creo que es la mejor forma de estar siempre preparado a la hora en que el mismo Jesús venga a nuestro encuentro: “Cumpliendo con fidelidad su Palabra”.

 


Una vida en plena comunión con la Palabra de Jesús es una vida ganada en su totalidad, ya que él constantemente nos invita a darnos enteramente a los demás. El mismo Jesús en una oportunidad recordaba a sus discípulos: “No hay mayor felicidad al dar que al recibir”.

Por el contrario una vida que no se encuentra en plena comunión con la Palabra de Jesús es una vida perdida, derrochada que solo piensa en ganarse a sí misma, sin tener en cuenta a los demás.
Creo que la Palabra de hoy también nos invita a relativizar las cosas que no son importantes para nuestra vida y que lamentablemente en muchas oportunidades nos llevan a perder un montón de tiempo como si fueran la fuente de nuestra felicidad.

 


No debemos olvidar que la verdadera fuente de la vida está en la entrega de la propia vida y el mejor ejemplo siempre lo encontramos en Jesús, él realmente si fue como el grano de trigo que cae en tierra y muere para dar de esta manera muchos frutos.

 


La vida en abundancia es lo que nos promete Jesús y es hora de que podamos hacer realidad esta gran promesa en nuestra vida, una vida que no se termina y que nos lleva hacia Jesús que es la fuente de la Vida Eterna.

 


Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por él, así nos lo recuerda el mismo Evangelio de Juan.
Que esta Palabra sea luz para tus caminos y que tengas un día bendecido. Amén.

 

 

 

 

Oleada Joven