Siembra

domingo, 18 de noviembre de
image_pdfimage_print

 

 

Dice un salmo precioso:
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!



A veces las cosas más sencillas de cada calle nos ofrecen una auténtica reflexión sobre la vida. Estas imágenes me han hecho pensar en lo que significa mi trabajo, mi vocación como sacerdote, un trabajo que no siempre es grato, y al que no a menudo se le descubre el fruto.

Por ejemplo ocurre con esta estatua de un "sembrador", una estatua que está en Kaunas,  Lituania y que durante el día puede pasar desapercibida, como muestra la foto. Es simplemente un bronce más, herencia de la época soviética, que representa un campesino sembrando.
Creo que es una buena imagen del trabajo, de nuestros trabajos de cada día, de nuestros esfuerzos y sudores, a veces con más fruto, a veces con menos… el trabajo de un sembrador, día tras día…
 
 
 
Pero cuando la noche llega, cuando ya no podemos trabajar más, cuando sólo podemos descansar a veces resulta que nuestro trabajo es mucho más hondo de lo que podemos esperar, y que lo que hemos hecho durante el día tal vez cobra un sentido que no comprendemos… y que nuestra siembra, es una bellísima siembra de sueños, ilusiones, fuerzas y sentidos… como un sembrador de estrellas.
 
 


Así me gustaría recordar que es mi vida, y que de cualquier modo, incluso cuando no se ve el fruto, hay que seguir sembrando estrellas, aunque a simple vista no se vean..




Fuente: uncura.blogspot.com.ar
 
 

 

 

Oleada Joven