Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres tú el rey de los judíos?". Jesús le respondió: "¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?". Pilato replicó: "¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?". Jesús respondió: "Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí". Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz".
Palabra de Dios
Reflexión: P. Andrés Peirone Sacerdote Salesiano de Don Bosco
Hoy con toda la Iglesia celebramos esta fieta de Cristo, Rey del universo, y viene a nosotros en el Evangelio de Juan en el capítulo 18 donde Jesús ante la pregunta "¿eres tú el rey de los judíos?" que le hace Pilato, Jesús en el fondo dice "sí", mi reino no es de este mundo, mi reino de es de aqúi, como dices, yo soy Rey".
Hoy se nos recuerda a cada uno de nosotros que Jesús en nuestra vida es Rey. Y rey quiere decir "es nuestro Señor", el que ejerce señorío sobre nosotros. La pregunta de hoy ante este evangelio es: ¿Dejás que Jesús sea tu Rey? ¿Le das tu corazón a Jesús Rey? ¿Permitís que Él reine en tu vida?
Si realmente crees en Jesús, el signo verdadero de esa fe es que sos obediente a Él. A veces nos gusta mucho escuchar cosas lindas de Jesús, de su amor que nos acompaña, todo felicidad…a veces celebramos los sacramentos, como algo que está todo bien, tranquilo, pero, en mi vida mano yo, hay un límite.
Hoy Jesús Rey te quiere recordar que si vos lo aceptás en tu corazón, Él quiere mandar en tu vida, porque el tiene sueños de felicidad muchos más grandes de los que tenés vos, sobre vos mismo. Él tiene un propósito, un ideal, un sueño para vos, hermoso, más lindo del que vos soñás.
Sería hermoso que vs le digas a Jesús: "Sí Señor vos sos mi Rey, yo quiero obedecerte, auqnue me cuesten ciertas cosas, aunque sea un dolor algunas otras, yo quiero obedecerte, aunque sea con algunas lágrimas yo quiero obedecerte , porque se y confío Señor, de que vos me amas y que tu reinado sobre mi vida es lo mejor que me puede pasar.