Cada mañana sales al balcón y vigilas el horizonte para ver si vuelvo.
Cada mañana bajas saltando las escaleras y echas a correr por el campo cuando me adivinas a lo lejos.
Cada mañana me cortas la palabra, te abalanzas sobre mí y me rodeas con un abrazo redondo el cuerpo entero.
Cada mañana organizas una fiesta por mí por el ancho mundo.
Cada mañana me dices al oído con voz de primavera: hoy puedes empezar de nuevo.
Adaptación oración de Patxi Loidi
Fuente: Pastoralsj