Evangelio según San Juan 14, 27-31

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos a] Padre y nos basta." Jesús le replica: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí.. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré."

 

 

 

 

 Queridos Jóvenes en este día la liturgia nos ofrece el evangelio según San Juan 14,6-14 “El encuentro de Jesús y la Samaritana”.

Jesús le dice a esta Mujer de un pueblo extranjero y un poco tenido a menos por los judíos, que el agua que Él le va a dar, refiriéndose no sólo al bautismo sino también a su presencia, no va a producir mas sed. Y la mujer que en un acto de aceptación de Jesús le dice: “Señor Dame siempre de esa agua”.

Y esto nos tiene que provocar a nosotros, y de un modo especial a ustedes queridos chicos y chicas, quién es Cristo para Nosotros. Quizás sea fácil hablar de Cristo como personaje histórico, descomprometido de un compromiso más personal y comunitario. Es más difícil, más comprometedor, hablar de Cristo como persona viva, real, actual, haciéndolo con amor y calor, con intimidad de amigos. Por eso la gran pregunta que nos tenemos que hacer es ¿Qué pensas? ¿Quién es Cristo para vos?

Ya sabemos que Jesús en el evangelio nos dice ÉL es el Camino, la verdad y la vida. Un riesgo que podemos tener en los tiempos que corren, donde todo es tan relativo, es desconocer a Jesús o solo conocerlo en forma superficial, mediante una fe tibia y mediocre.

Por eso tenemos que tener claro, queridos jóvenes, ¿a qué vino Jesús? y ¿A qué viene para nosotros Jesús? Vino fundamentalmente a servir y no a ser servido, a dar la vida por nosotros, a Anunciar la Buena Noticia y a dar testimonio de la Verdad, que esto provoque en todos nosotros, el asumir de corazón, la afectividad de Jesús.

No hay Amor más grande que dar la vida por los amigos. Un Cristo joven, humano, y por eso queridos chicos nuestra respuesta a Jesús, porque nos habla y esta presente,es importante abrir el corazón aún en medio de tantas dificultades, escucharlo en las Sagradas Escrituras, en la Eucaristía, en la Iglesia, en los demás hermanos y en los acontecimientos de la vida y en los signos de los tiempos. Y en este escuchar a Jesús tiene que estar nuestro seguimiento en el Amor, en la Fe, en el culto y en Nuestra Vida.

Cuando Jesús se presento con todo este bagaje de su realidad personal, la mujer le dijo Señor dame siempre de esa agua y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver a sacar agua.

Le deseo todo bien en este día y que el Señor los bendiga queridos muchachos y chicas.