Evangelio según San Marcos 3,7-12

martes, 22 de enero de
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"Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara. Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto. "


Palabra de Dios

 

 



Reflexión: P. Fernando Goicochea Salesiano Sacerdote

 

Querido amigo, querida amiga, estamos tratando de profundizar la Palabra que nos está dando la Iglesia para este día.

Lo encontramos a Jesús, que está como aplastado por la cantidad de gente que lo sigue. Él mismo le dice a los discípulos para que le ayuden a tomar distancia con una barca, para que la gente no lo aplaste, no lo apretujara. ¿Cuál es la razón?, que Jesús sana a muchos, Jesús pasó haciendo el bien.

 

 

 

Nosotros miramos la historia y nos da esta alegría inmensa: un hombre que solamente amó, que no tuvo nada de mal en su corazón para con los demás. Y esto produjo una atracción que es irreversible, a medida que pasa el tiempo, cada vez más esta multitud va aumentando. En Apocalipsis se habla de una multitud que estaba alrededor del trono y se contaba por miles y millones, y realmente esta multitud va creciendo, porque todos los que se acercan a Él van percibiendo la salud, la sanación. No esa sanación que, a veces pensamos, es solamente física, sino una salud completa, desde lo profundo del corazón. Jesús viene a sanar en primer lugar el corazón del hombre.

 

 

 

Por eso para nosotros es una alegría poder estar siguiéndolo a Él. Él profetizó: “Cuando yo sea elevado en lo alto atraeré a todos hacia mí”. Se refería a la cruz, nosotros sabemos que nos amó tanto, que por eso fue capaz de vivir hasta el extremo de la cruz.

 

 

Por eso nosotros también confiadamente en este día pongamos todo nuestro corazón, toda nuestra vida al seguimiento de Él, porque sabemos que así no seremos defraudados, sabemos que es el mejor modo de emplear nuestro tiempo, nuestra persona, nuestras capacidades.

 

 

Seguirlo a Él con todo nuestro ser.

Te lo auguro de corazón.

 

 

 

 

Oleada Joven