Atrapados

sábado, 26 de enero de
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“Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco dias del mes, que estando yo enmedio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios” (Ezequiel 1:1 )

No hubo forma de evitar las dificultades, ellas fueron llegando día a día hasta convertirse en un muro muy difícil de derribar, lo cuál lógicamente convierte cada día en un látigo, y no hay horizonte que se te ofrezca como esperanza, ni aurora que anuncie un nuevo amanecer.

Esta situación es como un enfermo terminal, el cuál siente que cada día es un día menos para él, y las posibles soluciones se esfuman. A ningún ser humano se le ocurre que las soluciones llegarán en medio de las situaciones más difíciles, porque la lógica indica que, si hay mejorías, entonces sí puede haber esperanza, pero el método de Dios es diferente a la lógica, ya que sus milagros suceden cuando todo está perdido.
 
 
 
 
Podemos ver que Ezequiel, vió los cielos abiertos cuando estaba en medio de los cautivos. Tú tambien verás los cielos abiertos, y aunque te parezca imposible, los verás en medio de tu propia cautividad, ya sea la pobreza, enfermedad o conflictos sentimentales o familiares. Verás los cielos abiertos aunque te sientas morir, deja que Dios termine el proceso contigo, no te desesperes aunque tengas que pasar por hambre o por terribles penas, porque saldrás al otro lado del río, Dios usará todo lo malo que te ha sucedido, para tu propio beneficio.

Quizás ahora sientas que no vales nada y que tu vida es un error de Dios, un desperdicio de tiempo o un simple estorbo en la tierra, pero no es así, al igual que Ezequiel, tu eres un siervo valioso para Dios, y el mismo humo que brota del fuego sobre tu vida, es el proceso divino mediante el cual, Dios te está dando una forma diferente, misma que podrás apreciar muy pronto, cuando Dios seque tus lágrimas y una lluvia de bendiciones sea derramada sobre tu vida.


Oración:

Amado Dios todopoderoso, en este momento, estamos orando por tus hijos alrededor del planeta, que se encuentran en las más difíciles situaciones, atrapados y sin la oportunidad de obtener una solución.

Solo tú, Dios amado, solo Tú, eres el que puede ayudarlos, visítalos y llévalos a la roca que es más alta que ellos, sálvalos y hazlos vivir, en el nombre de Cristo Jesús, amén.

 

 

Autor desconocido

 

Oleada Joven