Evangelio según San Juan 14, 6-14

 

Jesús contestó: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocen a mí, también conocerán al Padre. Pero ya lo conocen y lo han visto.» Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.» Jesús le respondió: «Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a mí ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Cuando les enseño, esto no viene de mí, sino que el Padre, que permanece en mí, hace sus propias obras. Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto, o si no, créanlo por las obras mismas. En verdad les digo: El que crea en mí, hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre. 

 

 

 

 

Hoy la Iglesia festeja a los apóstoles Santiago y Felipe; que están entre los primeros, los cuales llamó Jesús. 

El Evangelio de hoy nos presenta un pasaje del discurso de la Última Cena, en donde aparece, precisamente, un diálogo entre Felipe y Jesús. La petición que le formula Felipe a Jesús, “muéstranos al Padre”, es una expresión del anhelo de todo corazón humano, también el anhelo del corazón de un joven; ¿hay un Dios?, muéstranos a ese Dios.

El Papa Juan Pablo II, cuando nos preparó para celebrar el gran Jubileo en el año 2000, nos decía en una carta que las religiones expresan, en general, la búsqueda de Dios por parte del hombre; a su vez, la religión cristiana expresa más bien la búsqueda del hombre por parte de Dios. Dios toma la iniciativa de salir al encuentro del hombre, totalmente gratuito; por el gusto, podríamos decir así, de darse a conocer; por amor, en definitiva. 

La respuesta que Jesús le da a Felipe, es la que da fundamento a esta afirmación, que hacía en su momento el Papa Juan Pablo II. Porque en Jesús Dios mismo nos busca, en Jesús Dios se nos muestra, por eso Jesús le dice a Felipe “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. 

También en ese diálogo hay algo que es muy lindo, y es que Jesús dice además que Él es el Camino para llegar a Dios, “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí”. Jesús es un camino vivo, y el cristianismo no es simplemente adherir a un conjunto de verdades o practicar un determinado código de normas; es ante todo una amistad, es una comunión, es encontrarnos con Jesús, vivir la amistad con Él, Él es el camino vivo, Él nos lleva al Padre, en Él Dios se nos muestra. 

Les deseo de corazón a todos y me lo deseo a mí mismo, que mirando a Jesús nos encontremos con el Padre.

Un abrazo y mi bendición para todos.