Nro. 314 ¿Cómo sabemos que Dios es misericordioso?

miércoles, 13 de febrero de

 

En muchos pasajes de la Sagrada Escritura Dios se muestra como el misericordioso, especialmente en la parábola del hijo pródigo (Lc 15), en la que el padre sale al encuentro del hijo perdido y lo acoge sin condiciones, para celebrar con él una fiesta del reencuentro y de la reconciliación. (1846, 1870)

 

Ya en el Antiguo Testamento dice Dios por medio del profeta Ezequiel: "Yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado se convierta de su conducta y viva". (Ez 33,11). Jesús ha sido enviado "a las ovejas descarriadas de Israel" (Mt 15,24), y sabe que "no tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos" (Mt 9,12). Por eso come con publicanos y pecadores, antes de, al final de su vida terrena, interpretar incluso su muerte como iniciativa del amor misericordioso de Dios: "Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados" (Mt 26,28).

 

 

 

Material extraído del YouCat, Catecismo Joven de la Iglesia Católica.

Ediciones Encuentro, Madrid 2011

Parte III: Cómo obtenemos la vida en Cristo

Nos puede ayudar para la reflexión:

  1. ¿En qué ocasiones experimentaste la misericordia de Dios?
  2. ¿De qué manera los cristianos expresamos mejor que somos hijos de un Padre misericordioso?
  3. Jesús derrama su sangre únicamente "para el perdón de los pecados": ¿qué actitud frente al pecado despierta en vos esta ofrenda de Jesús?

 

P. Fernando Goicochea