De la cabeza a los pies. Perfumarnos con el aroma de la humildad. Toda la aventura hacia la Pascua comenzará con este gesto de abajar la cabeza y nos conducirá, con el Maestro, a ponernos a los pies de los otros para lavárselos con el agua pura de su corazón. Ceñidos como él con la toalla del servicio humilde.
La ceniza tiene un valor muy diferente según su origen. La imagen de una mujer abatida ante el incendio intencionado de su casa y que ha perdido todas sus pertenencias, no es igual que las cenizas de una hoguera en la chimenea de la casa de campo.