Señor, que no busque el poder
para que ningún poderoso pueda hacerme daño.
Que no ambicione riquezas, así jamás me sentiré amenazado por lo miseria.
Que no corra tras los honores, para poder convertir toda humillación en humildad.
Que no me compare con nadie así seré feliz con lo bueno que hay en mí mismo.
Que no me deje invadir por la prisa, así encontraré tiempo para todo lo necesario.
Que no sea esclavo de la eficacia, así podré dar el fruto que los demás esperan de mí.
Que no me enrede en la competitividad, así entraré en comunión con lo bueno que hay en todo.
Que sepa vivir a fondo el momento presente, así seré dueño absoluto del pasado y del futuro.
Que sepa aceptar el fracaso en mi vida, así libraré mi vida de todo frustración.
Señor, que sepa vivir para el AMOR, así el AMOR estará siempre vivo en mí.
Amén