Mírame tú, Jesús de Nazareth,
Que yo sienta posarse sobre mí, tu mirada libre, sin esclavitud de sinagoga, sin exigencias que me ignoren, sin la distancia que congela, sin la codicia que me compre.
Que tu mirada se pose en mis sentidos, y se filtre hasta los rincones inaccesibles donde te espera mi yo desconocido, sembrado por ti desde mi inicio, y germine mi futuro rompiendo en silencio con el verde de sus hojas la tierra machacada que me sepulta y que me nutre.
Déjame entrar dentro de ti, para mirarme desde ti, y sentir que se disuelven, tantas miradas propias y ajenas que me deforman y me rompen.
Amén
Benjamín González Buelta, sj