Lo pequeño vale la pena

jueves, 11 de abril de
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Espíritu Santo, vos que sos maestro de las cosas pequeñas

te pido me enseñes a ser feliz valorando esa enseñanza.

Muchas veces no sé disfrutar de ciertas cosas

porque me parecen simplemente pequeñas.

Otras veces dejo de hacer buenas acciones

solo porque me parecen insignificantes.

Ayudame a dominar ésta tentación que frecuentemnte

me invade y reconocer que ese pequeño momento

vale la pena, porque es la simple felicidad que el Señor

me está regalando ahora, en ese preciso momento.

 

Enseñame a  disfrutarlos con sencillez para que puedan

tonificar mi alma y me hagan sentir vivo,

preparándome para otras alegrías más grandes.

 

Que vea que esa pequeña acción vale la pena,

que dar una sonrisa vale la pena,

regalar ese saludo amable, vale la pena,

ofrecer esa simple ayuda, vale la pena…

 

Dame la gracia Espíritu Santo, de hacer acción

tu inspiración en mí, y ver que de esa manera,

que nada es pequeño, todo es sin medida,

porque si vos lo inspirás, la respuesta

es un acto de amor. Entonces, ¡vale la pena!

¡Que así sea!

 

 

Adaptación de un texto de Víctor Manuel Fernández