Evangelio según San Juan 6,22-29

jueves, 11 de abril de
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"Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago se dio cuenta que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había subido con sus discípulos en la barca, sino que éstos se habían ido solos. Mientras tanto algunas lanchas de Tiberíades habían atracado muy cerca del lugar donde todos habían comido el pan. Al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió a las lanchas y se dirigieron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo al otro lado del lago, le preguntaron: «Rabbí (Maestro), ¿cómo has venido aquí?» Jesús les contestó: «En verdad les digo: Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.» Entonces le preguntaron: «¿Qué tenemos que hacer para trabajar en las obras de Dios?» Jesús respondió: «La obra de Dios es ésta: creer en aquel que Dios ha enviado.»

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión:  P Maximiliano Turri Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Chascomús



“Porque habian comido pan hasta saciarse” así les dice Jesús a quienes lo buscaban, y lo buscaban porque habían tenido una experiencia, habían probado que era cierto eso que decían de él que era capaz de hacer cosas nunca antes vista.



Lo buscan y eso en sí mismo es bueno. Pero ¿por qué lo hacen? ¿qué buscan? ¿buscan milagros?¿buscan fenómenos extraordinarios? ¿buscan alcanzar de manera inmediata lo que necesitan? Él lo sabe. Jesús conoce el corazón del que se acerca a él. Es por eso que les dice la razón por la que lo buscan pero los invita a más. Los invita a la VIDA con mayúsculas, a una vida nueva, a recibirlo a él, quien no es un amor pasajero sino que es un amor hasta la vida eterna.



Sí, en Jesús tenemos un amor para siempre. En él podemos experimentar que el amor es más que un sentimiento, que es para siempre y nada ni nadie puede cambiar eso. En una época de amores pasajero e inestables en Jesuscristo cada uno de nosotros puede experimentar que nos ama y para siempre.



Y Jesús les dice “ustedes me buscan”. Y nosotros también los buscamos, es verdad, pero no para alcanzar pedidos solamente sino que los hacemos para darnos cuenta una vez más que nos ama y que no se cansa de hacerlo.



Lo buscamos porque necesitamos escuchar que sí, que nos perdona cada vez que nos acercamos a pedirle perdón, que no se cansa de perdonarnos.



Pero también nos acercamos porque él quiere escucharnos decir, como una vez le preguntó a Pedro “Pedro, ¿me amas?”, y que nosotros podamos decirle, como Pedro, en este día “Sí Señor, tú sabés que te amo”.



¡Que tengas un hermoso día, que Dios te bendiga!


 

 

 

 

Oleada Joven