Evangelio según San Juan 6, 52-59

jueves, 18 de abril de
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Los judíos discutían entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer carne?» Jesús les dijo: «En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí. Es te es el pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre. Así habló Jesús en Cafar-naúm enseñando en la sinagoga

 

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: P. Guillermo Feldman, Asesor de la PAstoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes

 

Seguimos reflexionando como toda la semana en este discurso de Jesús sobre el Pan de Vida.Particularmente no me canso nunca de escuchar estas palabras de Jesús que resuenan una y otra vez en mi corazón:“Yo soy el Pan vivo bajado del cielo” “El que coma de este Pan vivirá eternamente”

 

Qué alegría inmensa es saber que cada vez que nos acercamos a Jesús a través del Pan de su Palabra y el Pan de la Eucaristía nos unimos y permanecemos en él y él en nosotros.

 

¿Te pusiste a pensar alguna vez, el milagro que significa que Jesús permanezca en vos? ¿Alguna vez te preguntaste: Cuál es gran deseo de Jesús? Justamente es ese; él quiere permanecer en vos, morar en vos. Porque si Jesús vive en vos toda tu persona se transforma, todos tus deseos, todos tus anhelos, todos tus pensamientos, todos tus sentimientos se van a ver empapados y abrazados por Aquel que hace Nuevas todas las cosas. Es decir, llegarás a ser, como dice la palabra de Dios, una nueva criatura.

 

Y esto es lo que necesita el mundo de hoy, ver cristianos renovados por la fuerza del amor y la alegría que vienen de Jesús. Y lo mejor de todo es que Jesús te necesita a vos para comenzar esta tarea.

 

No importa si el lugar donde te toca estar: el trabajo o el estudio se muestran escépticos o dudosos con respecto a esta verdadera. Vos con tu alegría de saber que Jesús llena completamente tu ser y tu existir serás un verdadero testigo de la resurrección para todos ellos.

 

No te olvides que la alegría contagia, pero también cuestiona y quizá por tu testimonio, por tu forma de ver la vida o por tu forma de actuar otros también lleguen a decir: "Yo también quiero eso." Y ese será el momento oportuno para hablarles del amigo Jesús. Que el también puede hacer grandes cosas por aquellos que lo buscan y le abren su corazón.

 

Que este y todos los días Jesús este con vos. Amén
 

 

Oleada Joven