“Reflejos de Vos”

viernes, 19 de abril de
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Padre Bueno, que en Cristo tu Hijo nos revelas tu amor,

nos abrazas como a tus hijos y nos ofreces la posibilidad de descubrir,

en tu voluntad, los rasgos de nuestro verdadero rostro.

Padre santo, Tú nos llamas a ser santos como Tú eres santo.

Te pedimos que nunca falten a tu Iglesia ministros y apóstoles santos que,

con la palabra y con los sacramentos,

preparen el camino para el encuentro contigo.

Padre misericordioso, da a la humanidad extraviada, hombres y mujeres,

 con el testimonio de una vida transfigurada, a imagen de tu Hijo.



 

Padre nuestro, con la voz de tu Espíritu Santo,

y confiando en la materna intercesión de María,

te pedimos ardientemente: manda a tu Iglesia sacerdotes,

que sean testimonios valientes de tu infinita bondad.

Te imploramos que Tú,  Señor y dueño de la mies,

envíes numerosos y santos obreros para que cosechen

lo que Tú mismo has sembrado en las almas. Te necesitamos, Señor.



 

Necesitamos hombres que presten sus labios para hablamos de Ti,

sus pies para recorrer todo el mundo predicando tu Evangelio,

sus manos para bendecirnos, sus ojos para ver

en ellos reflejada tu mirada de Padre amoroso.

Te necesitamos, Señor. Te necesita el mundo y la Iglesia.



 

Por eso, te lo pedimos con humildad, envíanos sacerdotes,

depositarios de tu poder salvador; envíanos sacerdotes que sean luz

en las tinieblas del mundo, sal que nos libre de la corrupción del mal.



 

Envía, Señor, obreros a tu mies.

Renueva en todos tus sacerdotes, en los fervorosos y en los abatidos,

en los que luchan, en los que te aman con ardor,

en los que han perdido la esperanza,

el amor a Ti y a tu Iglesia. Que resplandezcan en sus vidas las virtudes

de la pureza y la obediencia, la paciencia y la caridad,

la dulzura y la comprensión,

el celo ardiente por la salvación de las almas, la humildad y la sencillez.

Danos sacerdotes según tu corazón.



 

Inspira y ayuda, Señor, a los sacerdotes que trabajan en los seminarios

y casas de formación para que den a tu Iglesia santos, doctores, mártires,

apóstoles, una nueva generación de testigos de Cristo imbuidos

de un nuevo ardor misionero para la nueva evangelización.

Envíanos, Señor, sacerdotes santos.



 

Te pedimos, Señor, por todos aquellos que consagran sus vidas

a la pastoral vocacional para que en nombre de Cristo

no dejen de lanzar las redes para dar a la Iglesia las vocaciones

que necesita para cumplir con su misión.

Necesitamos tus sacerdotes. Envíalos, Señor.

Amén

 

 

 

 

 

Maria Carolina Chahin