Evangelio según San Juan 14,1-6

miércoles, 24 de abril de
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«No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino.» Entonces Tomás le dijo: «Señor, nosotros no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?» Jesús contestó: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí."

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: P. Guillermo Feldman Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes

 

 El evangelio de hoy nos presenta a un Jesús que se muestra con un gran interés de permanecer con nosotros para siempre. Y lo hace con palabras consoladoras y llenas de paz. Nos habla de la casa del Padre a la cual nos debemos poner en camino; es un lugar que nos fue reservado desde toda la eternidad para compartir la Gloria de Dios. Hoy con palabras muy sencillas nos revela que ese camino que nos lleva a la casa del Padre es Él mismo. Jesús nos dice "yo soy el camino".

 

Creo que éste debe ser nuestro anhelo más profundo, encontrarnos con Jes´sus que nos lleva a puerto seguro. Como nos recuerda el libro de Proverbios 8, 35 "El que me encuentra encontrará vida". Cabe entonces la pregunta de con qué actitiud acercanos. La respuesta es sencilla: con un corazón totalmente confiado, sabiendo que si nos tomamos fuertemente de su mano nunca seremos defraudados. Porque como dice la Palabra "Él es siempre fiel"; o como dice San Agustín "el nunca te abandona si tú no lo abandonas". Y también Teresa de Ávila nos lo recuerda con el "Dios no se muda". 



Con su presencia nos ayudará a construir un camio de valentía donde brille la verdad, y así podremos vencer juntos el egoísmo y el individualismo que nos azotan cada día más. La Palabra de hoy nos recuerda que Jesús nos conduce hacia la casa del Padre, y así como Él nos lleva al Padre, el Espíritu nos conduce al Hijo.  Es la experiencia que los discípulos tuvieron el día de Pentecostés: dice el libro de los Hechos de los apóstoles que Pedro lleno del Espíritu Santo salió a hablarles a todos de Jesús y que con esa primera predicación convirtió a 3 mil personas. Al comienzo del evangelio Jes´su nos dice "crean en Dios y crean también mí" y yo le agregaría también crean en el Espíritu Santo. Porque creer en la Santísima Trinidad es tener la firma convicción de saber que ella nos conducirá por un camino de felicidad y lleno de vida en abundancia. Que tu sí a Jesús sea decidido y sin vacilación 

 

Oleada Joven