“¡No temeré!”…

viernes, 3 de mayo de
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Dios y Señor mío, no sé adonde voy.

No vislumbro el camino delante de mí.

Ni siquiera me conozco realmente a mí mismo.

Y el hecho es que pienso que cumplo tu voluntad,

pero no significa que realmente lo esté haciendo.

Pero creo que el deseo de agradarte,

de hecho hace que te agrade.

Y espero que nunca haré nada, aparte de ese deseo.

Y además estoy seguro que si hago eso,

me conducirás por el camino recto,

aunque yo lo desconozca por completo.

Me atrevo a decirte que quiero confiar siempre en ti.

Aunque más de una vez pueda parecerme

que estoy perdido y en sombra de muerte,

no temeré porque tú estás siempre conmigo,

y nunca permitirás que me sienta solo en mis luchas.


 Amén.
 
 
 
Thomas Merton
 
 
 
 

 

Maria Carolina Chahin