¿Cómo sabré si soy tuyo, Jesús?

martes, 7 de mayo de
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Bastará que te examines en el Amor…
Si es mi Amor el que te mueve y atrae, lo reconocerás en cosas como estas:
 
Si es mi Amor, te moverá a amar a todos, venciendo suavemente, una y otra vez, todos los peros y condiciones que pone tu amor propio.
Si es mi Amor, te impulsará irresistiblemente a salir de vos e ir a los demás.
Si es mi Amor, no te dejará en paz hasta que confieses y sientas lo lindo que es pedir perdón, lo lindo que es desenojarte, comenzar de nuevo y poder reírte de vos mismo y sonreír al que mirabas con el ceño fruncido.
Si es mi amor, en vez de cerrarte al ver el sufrimiento de los demás, se te enternecerá el corazón y no podrás sino ayudar y dar.
Si es mi Amor, hará que te asombres de vos mismo al constatar que a pesar de todas las desilusiones, volvés a tener esperanzas.
Si es mi Amor, sentirás el movimiento secreto de la vida cuando trabaja por reconstituir lo herido y sana milagrosamente todos los desgarrones.
Si es mi Amor verás cómo reparara tus fuerzas: te volverás incansable, con las ganas intactas a pesar de la fatiga…
Si es mi Amor, te sorprenderás de no sentir envidia, podrás ver cómo alguien es aplaudido y vos, en vez de compararte, te alegrás en el bien y aplaudís también de corazón.
Si es mi Amor, no podrás creer cómo es que estás creyendo, qué es lo que viste en el otro que a pesar de todas las evidencias, volvés a confiar en él, en lo que el Señor puede hacer en él.
 
 
 
 
 
Si es mi Amor, constatarás el milagro que hace con el tiempo: de golpe tu corazón se ensanchará y experimentarás cómo la paciencia extiende sus brazos al futuro y lo abraza de manera tal que no lo suelta y lo que es ahora defecto ya está enlazado a su perfección futura.
Si es mi Amor el que te mueve y atrae, se te despertará un sentido nuevo –el de mi presencia-; aprenderás a reconocerme en todos los rostros y a sentir cómo entro y salgo, en un instante, en las situaciones de “puertas cerradas”, y mi presencia despalanca las trabas y abre puertas.
Si es mi Amor, te llevará a mis ovejas y de mis ovejas te traerán de vuelta a Mí y sin darte cuenta entrarás y saldrás de la oración a las cosas y de las cosas a la oración.
Si es mi Amor, verás cómo da gusto comenzar a romper, a medida que van saliendo, todos los pagarés que tenías guardados: a este no le cobro, aquella deuda está olvidada, esto ni sé de qué se trataba…, hasta que sentís que salís a la calle sonriendo interiormente y, aunque nadie te pregunte por qué estás contento, vos te decís a vos mismo: soy uno/a quien nadie le debe nada.
Si es mi Amor, te darás cuenta porque se te transformará el interés de la mirada. En vez de buscar ofertas, se te irán los ojos hacia mis ovejitas perdidas.
Si es mi Amor el que te atrae y te dinamiza, los otros se darán cuenta: reconocerán que no sos sólo vos, sino que somos dos, Yo y vos, mi discípulo. Y les dará ganas de experimentar.
 
Autor: Diego Fares sj

 

 

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