Quiero verte

jueves, 16 de mayo de
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Lo que da unidad a la vida, lo que da calidad a la vida no es ni la oración ni la teología, sino la caridad, el amor verdadero. La caridad es lo que da calidad a mi oración, la caridad es lo que da calidad a mi trabajo. Lo que importa es que toda mi vida, que todas las cosas que hago sean expresión de esta caridad, que estén marcadas con esta intención que es la búsqueda del Reino.

Se trata de convertir toda mi existencia en experiencia de Dios: la vida comunitaria, de familia, de apostolado, la actividad intelectual, la actividad social, este mundo tan denostado de la actividad sociopolítica, en una palabra, toda la existencia, eso puede ser experiencia de Dios. Nuestra vida de cada día es la gran oportunidad para la educación del corazón; mediante nuestra cotidianidad podemos conseguir que nuestro corazón se abra cada vez más a la dinámica del Señor que habita en nosotros.
 
 

"Hallar a Dios en todas las cosas" es precisamente un camino para vivir la vida como experiencia de Dios, es una experiencia de unificación porque todas las cosas van unificándose en esta vivencia del encuentro con Dios. Pero al mismo tiempo es también una experiencia afectiva, porque es un encuentro cálido con el Señor. Hallar a Dios no es pensar en Dios, es una experiencia afectiva de encuentro, de plenitud del corazón.

El problema verdadero para la Iglesia y para nosotros cristianos no está en subsistir o no, sino en conservar la significación. Es decir, si realmente somos y seremos significativos para la sociedad y para el mundo del futuro. Para vivir de modo significativo y no de inercia, a impulsos sólo de la costumbre y de la buena voluntad, sino de manera plenamente honda y personal – es decir, como "místico"- en el mundo actual, Ignacio nos ofrece una buena propuesta: "hallar a Dios en todas las cosas".
 
Autor: P. Josep Maria Rambla, SJ  extractos "Buscar y hallar a Dios en todas las cosas"
 

 

 

Oleada Joven