Evangelio según San Marcos 9,41-50.

martes, 21 de mayo de
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Y cualquiera que les dé de beber un vaso de agua porque son de Cristo, yo les aseguro que no quedará sin recompensa.» «El que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor para él que le ataran al cuello una gran piedra de moler y lo echaran al mar. Si tu mano te está haciendo caer, córtatela; pues es mejor para ti entrar con una sola mano en la vida que ir con las dos a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te está haciendo caer, córtatelo;pues es mejor para ti entrar cojo en la vida que ser arrojado con los dos pies a la gehenna. Y si tu ojo prepara tu caída, sácatelo;pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno,donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. Pues el mismo fuego los conservará. La sal es buena, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se lo devolverán? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.»

 

Palabra de Dios

 

 


 

Reflexión: Moseñor Santiago Olivera Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje

 

 
Estamos ya en el tiempo ordinario luego de haber celebrado la fiesta de Pentecostés el Domingo pasado y en el Evangelio que hoy la Iglesia nos propone para rezar y hacer carne, descubrimos que es una buena noticia con un lenguaje un poco duro, Jesús nos habla siempre del amor, pero en este caso, que sin duda está presente (porque el amor siempre está presente en Jesús) nos habla de prioridad: nada hay que anteponer a la vida del Reino Dios y a su creciemiento".

 

Son valiosos y necesarios nuestros miembros, pero el Señor nos recuerda que hay que estar dispuestos a dejarnos podar, dispuestos a renunciar, dispuestos a dejarnos arrancar de cuajo todas aquellas cosas que nos separan de Dios. Si tenemos el corazón en Jesús, nuestra fe será fuerte y madura, por lo tanto estaremos dispuestos para la valentía de la poda y así vivir esta exigencia del Reino.

 

Cuando el texto continúa y nos habla de la sal, nos está hablando también de la coherencia, invitándonos a pensar que cuando somos cristianos insípidos, no hemos sido cristianos en serio. Cuando Jesús dice "Que haya sal entre ustedes" , a mi entender está diciéndonos que "haya coherencia, convicción y vida cristiana en serio entre ustedes", de esa manera esa realidad nos hará vivir en paz de todos.

 

Cuanto mal podemos hacer cuando no somos lo que debemos ser dejándonos contagiar por criterios y antivalores del mundo perdiendo nuestra condición de ser aquello que en la realidad en que nos toca, ya sea con los amigos, la familia, estamos llamados a hacer presentes el Reino de Dios con nuestras obras y nuestra vida.

 

Pidámosle a Jesús que nos ayude a entrar a su Reino quizás sin algún miembro pero entrar y convertirnos verdaderamente, dejándonos podar sabiendo que la poda de Jesús es siempre desde el amor y por lo tanto es una poda fecunda, para el bien.
Pidamos a Jesús que no seamos insípidos, que haya sal en nuestra vida poniendo sal en nuestras relaciones, en nuestra coherencia, en nuestra vida cristiana.

Que el Señor nos de la gracia y nos ayude para poder vivir esta realidad de cristianos.

 

Oleada Joven