Algunas personas le presentaban los niños para que los tocara, pero los discípulos les reprendían. Jesús, al ver esto, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad les digo: quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.» Jesús tomaba a los niños en brazos e, imponiéndoles las manos, los bendecía.
Palabra de Dios
P. Fernando Goicochea Sacerdote Salesianode Don Bosco
Es un gran tesoro el que el Señor nos regala en este Evangelio en el cual nos muestra la predilección del amor inmenso que tiene Jesús como miembro de esta familia divina, Padre, el Espíritu Santo junto con Él, que aman realmente a los niños.
Esto basta abrir los ojos un poquito cuando caminamos en la calle, sobre todo nuestra querida tierra, y miramos cuantos chicos que hay; esto es un gran regalo que viene de lo Alto, viene del cielo. Dios realmente ama a la humanidad, ama al hombre que ha creado y por eso es que vemos tantos niños.
En este amar a los niños, de un modo particular es por esta sencillez con la que los niños se acercan, esa confianza es la que nosotros pedimos poder tener para nuestro vínculo con Dios. Santa Teresita de Lisieux nos ha enseñado esta infancia espiritual, este poner todo en manos de Dios con la misma confianza con la que los niños lo hacen con su papá.
Hoy quisiera también animarte a mirar esta primera parte donde están los apóstoles, porque antes de que lleguen los chicos a poder percibir este cariño de Jesús para con ellos y después ser tomados en brazos y bendecidos por El, se encuentra una dificultad que son los apóstoles que comienzan a alejarle a los chicos y Jesús se enoja frente a esta actitud.
Fijémonos porque el Papa Francisco cuando ya era cardenal, aquí en Argentina, ha fustigado duramente a quienes le privaban del Bautismo a los chicos, a los sacerdotes que privaban del Bautismo a los chicos porque la mamá era soltera. Una actitud que ciertamente es reprobable porque es esta misma actitud de los apóstoles que están haciendo más de traba que de ayuda. Y el Papa Francisco nos dice que como Iglesia debemos ser no una Iglesia controladora sino una Iglesia facilitadora , en vez de estar ahí coartando e impidiendo el acercamiento de las personas a Dios en este caso los chicos , que todos seamos vínculo, vehículo, que seamos puente , que ayudemos a todas las personas a encontrarse con Dios.
Que este doble mensaje del evangelio de hoy, te pueda ayudar en este día a vivir más intensamente. Por una parte, este abandono en los brazos de Dios, nuestro Papá, nuestro Abba, nuestro Papito querido y , por otro lado, hacer vos y yo un vehículo, un puente de comunión entre todas las personas, sobre todo entre los niños para con Dios.