En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Muchas cosas me quedan por decirles, pero no pueden cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y les comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que les irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío y se los anunciará."
Palabra de Dios
P. Raúl Gomez sacerdote de la Parroquia Santa Rosa de Lima de la Diócesis de Mendoza
Hoy nos encontramos con este el evangelio de San Juan que trata claramente el misterio amoroso de Dios, de este Dios que es Padre, que es Hijo, de este Dios que es Espíritu Santo.
Hoy celebramos en todo el mundo de la Iglesia el Misterio de la Santísima Trinidad y para nosotros realmente es un modelo a imitar como familia trinitaria en donde el amor es la base de la comunicación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, por eso también nosotros estamos llamados a ser buscadores de este misterio amoroso que se nos ofrece.
Tenemos el auxilio y la fuerza del Espíritu Santo que de alguna manera nos permite comprender y a introducirnos en el misterio de amor de Dios, del Dios Padre, del Dios Hijo y del Dios Espíritu Santo. Tres personas divinas en un solo Dios verdadero y eso para nosotros es fundamental como creyentes como cristianos saber que estamos llamados a participar de este amor trinitario.
Desde el bautismo recibimos la gracia de ser partes de esta comunión trinitaria y uno tiene la gran tarea, el gran desafío de cultivar con esfuerzo, con oración, con búsqueda cotidiana este amor que Dios nos sigue ofreciendo. Ésta verdad, que nos propone como un camino de libertad. Por eso queridos chicos, queridos jóvenes, animémonos realmente a buscar el amor de Dios, que se hace cercano a cada uno de nosotros. Dejémonos amar por Dios, ya que este amor nos plenifica.