La oración es como la vida misma. Es un camino que se hace largo y ventoso; a veces se experimenta cercanía y otras mayor distancia. Y es que la relación con Dios no consiste en un mero contacto con algo, sino ante todo en el encuentro con Alguien.
Como nos dice este canto: ayuda escuchar el corazón, pues Dios habita en él. Habita en mi historia, en el corazón de los otros, en la creación entera. Ayuda vivir en la verdad, sin atajos ni falsos heroísmos. Buscar y hallar a Dios en todas las cosas, nos dice el Maestro Ignacio de Loyola.
Fuente: cantandonuestraesperanza.blogspot.com.ar