Sonrisa de Dios

miércoles, 29 de mayo de
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En el camino todos vamos un poco a tientas… La paz muchas veces llega como el fruto de una lucha larga y afanosa. Y es que el dolor no sólo nos muestra nuestra fragilidad, sino también refleja el aprendizaje lento del corazón humano.

Todos cargamos una historia larga de encuentros y desencuentros, cometemos errores, perdemos el rumbo. En nuestra retina quedan grabados rostros de luz y de sombra. En nuestro cuerpo van quedando las cicatrices de intentos fallidos y busquedas mezquinas.

La vida misma es una batalla por la libertad del que se reconoce a sí mismo amado por Dios y está dispuesto a vivir en esa verdad. Descubrir que no nos definen tanto nuestros límites; que lo que marca nuestra existencia es la dignidad de hijos amados del Padre, algo que se nos ha regalado gratuitamente.
 
 

 
Surge entonces la sonrisa transparente. No la alegría fugaz del que se apodera del don, sino la paz del que se abre a la fuente de todo don. Es el Dios de los pobres, del que permanece agradecido, abierto desde la propia pequeñez; del que vive de la gracia que compromete y sostiene.

Libre al fin de esclavitud e idolatrías,
libre al fin para cantar tu libertad:
Dios de pobres, enfermos y excluídos,
Dios que viertes tu sangre al liberar.
 
Autor: Cristóbal Fones
 

 

Oleada Joven