La Solemnidad del Corpus Crhisti se celebra el jueves siguiente a la celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Ésta fiesta comenzó realizarse en Lieja en el año 1246; el Papa Urbano IV la extendió a toda la Iglesia occidental.
Es un día especial para, a través de la adoración y la oración, crecer en el vínculo con Cristo presente y vivo en la Eucaristía. Es una ocasión especial para adentrarnos en este misterio de amor y fe.
Celebramos la decisión de Jesús, ese Jueves Santo en la Última cena, de quedarse con nosotros convirtiendo el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre. Aquel fue un jueves de dolor, de despedida y de entrega. Hoy tenemos la posibilidad de resignificar esa última cena de Jesús celebrando la certeza de saberlo resucitado, vivo y presente en el sacramento de la Eucaristía.
“…La Eucaristía constituye el más precioso tesoro de la Iglesia y de la humanidad” “Eucaristía y fe van juntas” dijo el Papa Francisco invitando a que todos nos unamos a la celebración de ésta fiesta.
De nuestra redacción.
Corina Acevedo