¿Nos cuesta escuchar la voz del corazón? A veces las cosas mundanas nos atrapan y andamos tan ocupados en alcanzar lo superficial que nos perdemos la felicidad que a veces Dios nos pone al alcance de nuestras manos. Así les pasa a estos dos amigos que persiguen sueños diferentes sin darse cuenta del amor que están dejando escapar.
Emma (Anne Hathaway) y Dexter (Jim Sturgess) se conocen el 15 de Julio de 1988 al graduarse de la universidad. Ese día es fundamental para ellos, o para su historia mejor dicho, ya que la película nos va a mostrar como ese mismo día durante años la vida de ambos protagonistas se cruzan, ya que desde que se conocen entablan una amistad muy cercana.La película se trata de la adaptación de la novela homónima de David Nicholls. El director Lone Scherfig presenta el desarrollo de una relación entre dos amigos a través de 20 años.
Emma sueña con ser escritora, y la realidad hace que este sueño sea difícil para ella, ya que tiene que trabajar como mesera o profesora, mientras que a Dexter le va un poco mejor, o al menos eso piensa él. Se convierte en animador de televisión y se codea en un mundo de fama y fiestas que es muy opuesto al de su mejor amiga. Mientras el tiempo va pasando la vida de estos dos jóvenes – ya no tan jóvenes- tiene varios cambios, entre amores, trabajos y otras situaciones de la vida, pero hay algo que no cambia y es ese cariño incondicional que se tienen.
La vida une, aunque ellos traten de evitarlo, una y otra vez los caminos de Dexter y Emma. Todos parecen notarlo, menos ellos, que han nacido para estar el uno con el otro. Ellos han dejado pasar mucho tiempo, ignorando o al menos tratando de ignorar ese amor que pide a gritos ser vivido.
Es una película que tiene varias cosas para tomar, la relación de Dexter con su familia, cuando su ego y fama en un momento logran cambiarlo y gracias a ellos y Emma logra tomar conciencia. También la inseguridad de Emma, a la que sin darse cuenta la presencia de Dexter podia destruirla. Pero sobre todo la enseñanza que nos deja es la de no dejar pasar el tiempo, y vivir lo que nos hace bien y que muchas veces tenemos al alcance de las manos y no podemos darnos cuenta por mirar hacia otro lado.
En la película siempre se lo llama “Amor” eso que habitaba entre los dos protagonistas y que les pedía “pisar el freno” de una vez y darse cuenta de lo que estaban perdiendo. Nosotros sabemos que “Amor” es Dios y es Él que aveces no pide frenar y valorar todo aquello que tenemos y no nos damos cuenta.
Ivanna Cuello
“Si pudiera darte un regalo, uno sólo y para el resto de tu vida, sería confianza en ti misma… Eso o una vela aromática”
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