Evangelio según San Mateo 5,43-48

lunes, 17 de junio de
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"Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo."

 

Palabra de Dios

 

 


 Reflexión: P. Guillermo Feldman Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes.



 

Cuando terminaba de leer este evangelio, pensaba que el Reino de Dios, que tantas veces anunció Jesús vino a proponernos cosas tan lejanas a la lógica humana que casi es imposible a veces llevarlas adelante, y me refiero explícitamente a lo que hoy la Palabra nos viene a decir: Que amemos a nuestros enemigos y que seamos perfectos como lo es el Padre que está en el cielo.

 

Pensaba y meditaba qué nos llevará a los hombres a poder actuar de ésta manera, creo que ésta respuesta viene dada por Jesús en el Evangelio de Juan: "Como el Padre me amó, así también los he amado yo. Permanezcan en mi amor. Quien permanece en mí y yo en el dará muchos frutos, porque separados de mí no pueden hacer nada". Es decir, permaneciendo en el amor solamente lograremos alcanzar este camino de perfección propuesto por Jesús.

 

Recordemos porque así también nos enseña la misma Palabra de Dios: El amor es paciente, es servicial, no es envidioso, no busca aparentar, no es orgulloso, ni actúa con bajeza, no busca su interés, no se irrita, sino que deja atrás las ofensas y las perdona, nunca se alegra de las injusticias y siempre se alegra de la verdad, todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta.

 

Que distinto sería el mundo, que distintos seríamos nosotros si realmente tomados de la mano de Jesús comenzaríamos a transitar por los caminos del amor que nos viene a enseñar y que nos llevará seguramente a amar a todos sin excepción, sin hacer acepción de personas, y transitar este camino de perfección al que todos estamos llamados. Cuantos enojos evitaríamos, cuantos amigos ganaríamos en la vida si realmente vieran las manos en nosotros la imágen de Dios que nos ama como a sus hijos verdaderos.

Que esta Palabra de hoy sea fuente de inspiración para nuestra vida y realice en nosotros lo que ella promete. Amén. Que tengas un día lleno de bendiciones.


 

Oleada Joven