Hace exactamente 100 días veíamos aparecer en el balcón más famoso del mundo a un cardenal Bergoglio revestido de blanco, tranquilo, sonriente y podríamos decir que algo tímido. En pocas horas se convirtió en el centro de atención de millones de personas en todo el mundo; no sólo por sus palabras directas y sencillas sino por sus gestos que hablan aún con mayor elocuencia.
El Papa Francisco despertó un aire nuevo en la Iglesia y entre los fieles pero sobretodo en la mirada que el mundo tiene de la Iglesia y de la fe. Pareciera que el Papa venido del fin del mundo, el primer Papa Latinoamericano, tiene la capacidad de llegar al corazón de multitudes, pero a la vez es capaz de detalles mínimos a personas puntuales. Los incontables saludos a enfermos a quien siempre deja alguna palabra, junto con los cientos de niños que en éstos días besó con una ternura admirable, es un ejemplo de ello. Lo mismo indica los llamados a algunos amigos saludando por fechas de cumpleaños o aniversarios y el hermoso gesto de comunicarse con los jóvenes porteños reunidos en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires con un "No se olviden de este obispo que está lejos y los quiere mucho. Recen por mí".
Dice el P. Javier Soteras que entre las novedades que nos ha traído el Papa Francisco, y no la menor, es el lenguaje que utiliza. El del pueblo… No habla en tantos idiomas de manera exquisita sin embargo como en Pentecostes «cada uno lo oye hablar en su propio idioma». Son muchos los que, como los oyentes de aquel entonces, también se admiran y se preguntan: «¿cómo es que cada uno le oímos (a este Papa) hablar en nuestra propia lengua?». Es que parece que el Papa Francisco quiere estar más cerca del pueblo sencillo.
Sumado a la sencillez de sus palabras se destaca su vigor y valentía para anunciar y denunciar sin pelos en la lengua: al narcotráfico, al dinero como quien manda en el mundo, a quienes derrochan alimentos, a los mafiosos y a los corruptos. Incluso a quienes, dentro de la Iglesia, se resisten a ir hacia donde nos impulsa el Concilio Vaticano II.
¿Cualés de sus expresiones en éstos 100 días son las que más te movilizaron?. Compartimos algunas
– "La oración hace milagros ¡pero debemos creer!"
– "Satanás es un mal pagador. Siempre nos estafa, ¡siempre!" (Leer texto completo)
– "¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres; pero el Papa tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promoverlos" (Leer completo)
– “Y cuando viene un poco la vanidad, y uno se cree un poco el Premio Nobel de la Santidad, también la memoria nos hace bien: ‘Pero … acuérdate de donde te tomé: del final del rebaño" (Leer texto completo)
– Los pobres, los abandonados, los enfermos, los marginados son la carne de Cristo. (…) No avergonzarnos, no tener miedo, no tener repugnancia a tocar la carne de Cristo" (Leer texto completo)
– "Algunos cristianos tienen cara de pepinos en vinagres" (Leer texto completo)
– "Dejemos que Él nos hable al corazón y nos diga esto: que Dios es amor, que Él nos espera siempre, que Él es el Padre y nos ama como verdadero papá; nos ama verdaderamente". (Leer texto completo)
– "Sean misioneros del amor y de la ternura de Dios" (Leer texto completo)
– "Es necesario jugarse la juventud por grandes ideales. ¡Pregunta a Jesús qué cosa quiere de ti y sé valiente!" (Leer texto completo)
Francisco, un Papa tierno
El Papa Francisco marca rumbo