Aquí y ahora

miércoles, 26 de junio de
image_pdfimage_print

 

Dice un proverbio africano: « Toda relación es un regalo del espíritu que requiere nuestra gratitud y nuestra disposición a entender por qué el espíritu nos ha reunido ».
 
Nos hace bien caer en la cuenta de aquellas personas que son nuestro lugar de arraigo, allí donde compartimos dones y recibimos de los demás los suyos, para poder agradecer y afirmar la vida. Esta vida concreta nuestra. Hace poco leí algo que me ayudó, decía más o menos así: « Buscamos otro lugar, otro tiempo, y pensamos, no aquí, no ahora, no esto…y justo lo que nos dispone a la vida es lo contrario: Sí aquí, sí ahora, sí esto ». Ese abrir nuestras manos a lo que se nos ofrece en este momento, sin juzgar, sin querer otra cosa, aceptando lo que es, tomándolo confiadamente; como el «hágase» de María. Esa receptividad que nos devuelve el gusto por vivir, la luz en los ojos, y las ganas de ir diciendo a la gente que encuentras: «me alegra que existas, qué regalo saberte ahí».
 
 
 

Me río porque me viene ahora lo que decía una joven acerca de las monjas: « unas mujeres ocupadas que siempre tienen prisa », y quisiera en este curso que estrenamos saber soltar esas prisas y esa ocupación, y poder ofrecer un espacio tranquilo, abierto, tejido de calidez y por qué no, también de belleza, donde poder recibir sin premura. Lo agradezco tanto cuando lo encuentro en otras.

Autor: Mariola López, rscj
 

 

Oleada Joven